Ven
Ven. Ven. Así. Te beso. Te arranco. Te arrebato. Te compruebo en lo oscuro, ardiente oscuridad, abierta, negra, oculta derramada golondrina, o tan azul, de negra, palpitante. Oh así, así, ansiados, blandos labios undosos, piel de rosa o corales delicados, tan finos. Así, así, absorbidos, más y más, succionados. Así, por todo el tiempo. Muy de allá, de lo hondo, dulces ungüentos desprendidos, amados, bebidos con frenesí, amor hasta desesperados. Mi único, mi solo, solitario alimento, mi húmedo, lloviznado en mi boca, resbalado en mi ser. Amor. Mi amor. Ay, ay. Me dueles. Me lastimas. Ráspame, límame, jadéame tú en mí, comienza y recomienza, con dientes y garganta, muriendo, agonizando, nuevamente volviendo, falleciendo otra vez, así por siempre, para siempre, en lo oscuro, quemante oscuridad, uncida noche, amor, sin morir y muriendo, amor, amor, amor, eternamente.
La arboleda perdida, quinto libro [Fragmento]
Rafael Alberti
Rafael Alberti
4 Comments:
Me gusta Alberti, sobre todo por los recuerdos y la fortuita manera en que llegué a leerlo...
releerlo ahora me ha dejado un sabor a deseo extranjero...
un beso.
Genial!! Mil besitos :-)
P.D:Quería enviarte una canción, pero no encuentro a dónde hacerlo..
Hasta la sangre bebió las palabras de Alberti, te leeré con más calma.
Un abrazo.
espero estés bien...
hace tiempo que no actualizas...
Un beso
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